El refranero español, con sus aciertos y sus errores, siempre es una fuente de inspiración más en nuestras estrategias de comunicación. Por eso rescatamos para el post de hoy el famoso “acordarse de Santa Bárbara cuando truena”. Como ya sabes, ese dicho se utiliza para las personas poco previsoras que solo se preocupan por buscar soluciones cuando se ven acorraladas por situaciones que podrían haber previsto y que, en ocasiones, ya pueden haber causado un daño irreversible.

Y si decimos que en Atalaya no somos Santa Bárbara es porque el diseño y la ejecución de una estrategia de comunicación exigen siempre dos factores. Por una parte, un conocimiento profundo de la empresa o institución, del sector, de la competencia y de los públicos, entre otros aspectos, que se deben abordar sin la urgencia de una situación negativa sobrevenida. Por la otra, el tiempo: la mejor crisis es la que se ataja y se desarticula antes de que estalle… Y eso requiere, necesariamente, semanas y semanas de trabajo.

Con todo, esto no significa que en Atalaya no estemos preparados para ayudarte a que tu empresa supere una crisis, sino que te hablamos del escenario óptimo. De hecho, siempre se dice que cualquier situación conflictiva exige ser abordada con una perspectiva proactiva en lugar de reactiva… Y ser reactivo resulta imposible cuando ya se ha desencadenado todo.

¿Qué mensajes hay que lanzar en una crisis? ¿Por qué canales? ¿Cuándo hacerlo? ¿A qué públicos debemos dirigirnos? ¿A quién escogemos como portavoz de la empresa o la institución? ¿Cuánto tardaremos en superar ese proceso negativo?

Cada una de esas preguntas tendría infinitas respuestas, pero hay una máxima que las engloba a todas: la planificación. Por eso en Atalaya nos gusta que te acuerdes de nosotros antes de que “truene” sobre tu organización. Al fin y al cabo, no somos Santa Bárbara… Aunque, como ella, también podamos lograr algún milagro.