Atalaya y Arenal, impulsores de la primera ProAm de voleibol en España

Nervios, risas, emoción, competitividad y mucho trabajo en equipo: esos fueron los principales ingredientes de la I PROAM Atalaya-Arenal. Casi un centenar de personas nos reunimos en el Pabellón Municipal de Lugo para disfrutar de la primera experiencia de este tipo en España relacionada con el voleibol.

Pero empecemos por el principio: ¿qué es una PROAM? Si nos ceñimos exclusivamente al término deportivo se trata de una competición en la que toman parte deportistas profesionales y aficionados (Pro de profesionales y Am de amateurs). Aunque lo cierto es que en este caso la intención iba mucho más allá.

Sobre las ventajas de asociar los principios de una marca al deporte ya te hemos hablado muchas veces. Otra cuestión bien distinta es: ¿se puede ofrecer valor añadido a los patrocinadores más allá de la propia visibilidad? La experiencia que vivimos sobre la pista del ‘Muni’ nos demuestra que la respuesta es un sí rotundo.

El desafío de impulsar una iniciativa pionera a nivel nacional junto a un club y una empresa tan representativos para Lugo como el CV Emevé y Arenal ha sido un reto apasionante para todo el Equipo Atalaya. Con la temporada de la Liga Iberdrola y la Superliga Masculina a las puertas, nos pusimos como objetivo innovar en una acción que fortaleciese el vínculo del club con sus patrocinadores, los agentes sociales de la ciudad y consolidase la unión de quienes formamos parte del entorno de la entidad. ¿Y qué hay más identitario para el Arenal Emevé que el propio voleibol para poder llevarlo a cabo?

Cuatro equipos y más de dos horas de diversión, en un entorno distinto al habitual, facilitaron la interrelación entre todas las personas asistentes. Más allá de los distintos ‘piques’ sobre la cancha, compartir un ambiente distendido facilita en muchas ocasiones estrechar lazos que en un ambiente más encorsetado sería más complicado de encajar. El resultado deportivo (ganó el equipo Atalaya) fue lo de menos: lo realmente importante estuvo en que, sin miedo a innovar, tuvimos la oportunidad de fortalecer los vínculos entre todos los participantes.