';

Por qué (todavía) creemos en el blog

Por qué (todavía) creemos en el blog

La gente ya no lee. O eso dicen. En Atalaya discrepamos: hoy se lee más que nunca, pero se han generado nuevos hábitos y se han diversificado las formas de consumo. El reto está en encontrar la fórmula para conectar con las nuevas –y viejas– generaciones lectoras, con el hándicap de la sobreestimulación a la que están expuestas.

Junio de 2018: primera entrada del blog de Atalaya Comunicación. Septiembre de 2024: aquí seguimos, tecleando, revisando, guardando, rehaciendo, publicando, difundiendo. Os estaréis preguntando por qué, seis años después, todavía creemos en esto. Si ya nadie lee, seguramente argumentéis en vuestras cabezas. En primer lugar, si habéis llegado aquí ya tenemos un motivo para no perder la esperanza. Y, en segundo lugar, nosotros encontramos muchas razones para continuar apostando por este formato.

Datos para creer en el blog

La primera de todas nos la dan las estadísticas, argumento irrefutable por su carácter objetivo –en la mayoría de las ocasiones, al menos–. El Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2023, elaborado por Conecta para la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) y difundido por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, extrae las siguientes conclusiones:

  • La juventud es el sector de la población española que más lee: el índice de lectores comprendidos entre los 14 y los 24 años alcanza el 74%. Si subimos al tramo de 25 a 65, el porcentaje es de un 65,8%; mientras que un 53,7% de las personas encuestadas mayores de 65 años aseguran leer en su tiempo libre.
  • La pandemia provocó un aumento de la cifra de lectores: durante el período de confinamiento, este crecimiento se consolidó y, desde entonces, se estabilizó. Por supuesto, aquí la causa fundamental es la ociosidad derivada de la pausa laboral y académica.
  • El número de lectores esporádicos y frecuentes es cerca de un 5% superior con respecto a 2012: el porcentaje de personas que dedican parte de su tiempo libre a la lectura se sitúa en el 64,1%, 5 puntos por encima de la cifra de 2012. Por su parte, un 52% de los encuestados leen con frecuencia semanal, superando en 4,8 puntos los datos de hace 12 años.
  • El grupo de lectores de mayor edad ha experimentado un aumento sostenido desde 2012: aunque el conjunto más prolífico en este ámbito es el de las personas jóvenes, las mayores de 65 años están protagonizando el mejor crecimiento en la última década –15,5%–.

Aun así, es evidente que el contexto no es el idóneo para el desarrollo, el alcance y el crecimiento sostenido hasta la consolidación de un formato de lectura como el blog. Los canales de comunicación son cada vez más diversos, la información infinitamente más abundante y los contenidos mucho más breves, efímeros y fácilmente digeribles. Reflejo de ello es el auge de recursos audiovisuales como los vídeos cortos de TikTok o los reels de Instagram, que se frotan las manos mientras las editoriales más clásicas, los diarios o las revistas se estrujan los sesos en busca de nuevas fuentes de ingresos.

Sin embargo, han pasado ya muchos años desde que se predijo la caída de la comunicación escrita, y ahí siguen todos los medios. ¿Y si el drama no es tal? ¿Y si simplemente se trata de una crisis, de un estancamiento normal en cualquier ciclo, del que surgen nuevas ideas que reviven el sector? ¿Y si la gente sí lee? ¿Y si el blog no está muerto?

Razones para escribir un blog

Demasiadas voces se pronuncian en contra de este formato. Veamos la otra cara de la moneda y analicemos algunas de las razones que nos hacen creer en él:

  • Activo diferenciador: hace no mucho, todo el mundo tenía un blog en internet. Era un fenómeno que florecía por doquier en cada nicho, hasta la saturación. Podemos establecer una analogía con el sector de la moda: una prenda determinada triunfa en la pasarela, la empiezan a imitar las marcas de fast fashion y todos la visten hasta que deja de ser tendencia. Entonces hay dos posibilidades: o desaparece o se convierte en una pieza vintage, que sienta las bases para nuevos diseños y que vuelve a escena de forma cíclica. Esto ocurre actualmente con el blog, que ha pasado a ser una herramienta diferenciadora para las marcas a nivel comunicativo. Cuando todos se enfocan en lo audiovisual, apostar por este canal significa romper con el molde.
  • Imagen atractiva: una sección de blog cuidada, actualizada y, por encima de todo, interesante, aporta mucho a cualquier empresa a nivel de imagen. Contar con un altavoz propio que complemente tus servicios y sume algo –información adicional, consejos, instrucciones, contexto…– es una demostración de preocupación por tu trabajo, por el resultado y por la impresión que quieres causar en tus clientes.
  • Posicionamiento web: hoy en día, gran parte del éxito de proyectos empresariales incipientes depende de cómo el señor Google –y el resto de buscadores– trata a sus páginas. El posicionamiento en internet es clave para conseguir visibilidad, credibilidad y prestigio. Si al buscar determinadas palabras clave vinculadas con tu sector de actividad el nombre de tu compañía aparece entre los primeros, es que lo estás haciendo bien. En esto influyen muchos factores relacionados con el SEO en los que no vamos a profundizar demasiado, pero uno de ellos es la producción de contenido propio, siempre que esté correctamente redactado y presentado, que sea fiable y verídico y, a poder ser, que genere interacciones o que sea enlazado desde otras páginas de gran autoridad.
  • Palabras que dicen más que mil imágenes: siempre se asegura lo contrario, y no seremos nosotros los que contradigamos esa frase tan popular, porque tenemos muy presente el poder de una buena imagen. Sin embargo, también hay textos imposibles de reproducir mediante una recopilación de píxeles. Si el libro –casi– siempre es mejor que la película es porque resulta muy complicado introducir tantos matices en una grabación y, sobre todo, por la capacidad de evocación de las palabras: cada lector puede crear su propio escenario en su cabeza y llegar por distintos caminos a sus propias conclusiones, una experiencia indiscutiblemente enriquecedora.

Llegados a este punto, quizá sigas pensando que los blogs son peores que los nuevos formatos audiovisuales, que se han quedado anticuados o que no encajan con las nuevas tendencias de consumo. Lo que no podrás pensar es que la gente no lee. Si fuese así, ya habrías cerrado esta pestaña hace un buen rato. En Atalaya Comunicación tenemos ya cierta experiencia en esto del manejo de la palabra y confiamos mucho en su poder. Por eso podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que el blog está más vivo que nunca.

Marcos Mouro Negreira

Soy graduado en Periodismo y máster en Periodismo Deportivo. Organización, seriedad y compañerismo al servicio del equipo (tirando del tópico futbolístico).